A través de mi blog, quiero compartir contigo la riqueza de la devoción a los santos, explorando sus oraciones y su influencia en nuestras vidas. Este espacio es un reflejo de mi simpatía por la Certidumbre católica y mi fascinación por la espiritualidad en la era de internet.

Conveniente a nuestra creencia en la comunión con los santos en el gloria y con las ánimas del purgatorio

Recuerda que este es solo un esquema general para realizar la petición y puede variar en función de las creencias y costumbres particulares. El aspecto más importante es siempre la intención y el respeto con el que se realiza el ritual.

Se ha hablado anteriormente de una religiosa de la Visitación, que se apareció a Santa Margarita María Alacoque para instarla a rezar por ella, para ser liberada de las penas que sufría; pues acertadamente, esta escaso hermana se lamentaba sobre todo de la demasiada facilidad con la que en vida se había hecho dispensar de la observancia de la regla y de los ejercicios comunes, y deploraba vivamente los excesivos cuidados que había puesto en procurarse comodidades y alivios, añadiendo que si no fuera por la Santísima Inexplorado, habría sido irrevocablemente condenada.

Estas experiencias contradicen la idea de que las ánimas benditas son seres malévolos o peligrosos.

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En la Región de Murcia se han desarrollado una serie de tradiciones y rituales cuyos objetivos eran ayudar a salir a estas ánimas de esa condición, puesto que existía y existe en la Ahora la creencia de que podemos ceder a contactar con ellas en el más allá. 

Bueno pues bien, las ánimas benditas del purgatorio. Son las almas de las personas que sin embargo han partido de esta vida para optar por la posibilidad de entrar en la Paraíso de Todopoderoso.

No nos dejes caer en tentación: Te ruego, oh benignísimo Padre, perdona a las pobres almas, porque tan a menudo no han opuesto ninguna resistencia a las tentaciones y a sus pasiones, sino que han seguido al maligno enemigo y han complacido los deseos de la carne.

“En nuestra Rectoría de Santo Vicente en Latrobe, el 18 de septiembre de 1859, un novicio vio aparecer a un religioso que desde ese día hasta el 19 de noviembre se presentó regularmente de merienda de la mañana a mediodía, o de medianoche a las dos de la mañana. El 19 de dicho mes, al ser interrogado el espíritu por el novicio en presencia de otro religioso de la comunidad, respondió que llevaba setenta y siete abriles penando por no haber cumplido con el deber de celebrar siete Misas; que había aparecido en diferentes ocasiones a otros benditas almas del purgatorio siete benedictinos de ese monasterio sin que nunca lo hubieran comprendido, y que si el mencionado novicio no hubiera acudido en su ayuda, no habría tenido la poder de aparecer nuevamente hasta dentro de once abriles. Por lo tanto, solicitaba que se celebraran las siete Misas, que el novicio hiciera ejercicios espirituales durante siete díVencedor y mantuviera un perfecto mudez, y que durante treinta díVencedor recitara tres veces al día el Salmo Miserere con los pies descalzos y los brazos abiertos.

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Cuando llegaron al corazón de las montañFigura, el que iba más adelante de todos dio la voz de señal a la momento que espoleaba a los caballos a todo galopada.

Otra religiosa que se apareció casi al mismo tiempo a la Santa no pedía ningún alivio en medio de sus tormentos; Santa Margarita María Alacoque, sorprendida por esto, recibió la respuesta de que a la difunta no se le permitía pedir oraciones en castigo por no haber correspondido en vida a las disposiciones que Alá le había hexaedro para el puro sufrimiento, mientras que ella había buscado con demasiado empeño su bienestar y prosperidad temporal.

La oración a las ánimas benditas para pedirles un favor va más allá de una simple petición; es un acto de inclinación y confianza en la providencia divina. Al elevar nuestras evacuación y deseos a través de la oración, demostramos nuestra dependencia de Dios y nuestra disposición a poner en sus manos nuestras preocupaciones.